lunes, 21 de septiembre de 2015

Cuento Literario.




Acababa de mudarme a la nueva casa en las afueras de Madrid. No sabía mucho acerca de la casa ni de los propietarios, ya que la adquirí en una subasta.
Al cruzar la puerta me dió un pequeño escalofrío, me di cuenta de que hacía mucho frio en este nuevo lugar.
Mi cuarto estaba en la parte alta de la casa, tenía una ventana que daba al jardín, las paredes estaban por pintar y con un aspecto muy demacrado, normal, la casa tenía como unos 100 años.
La primera noche fue muy difícil para mi, ya que no había internet y además yo estaba acostumbrado a vivir en la ciudad.
Después de una noche horrible amaneció, me di cuenta de que desde mi ventana se divisaba el hermoso amanecer, creo que es lo único bueno que me pasó después de mudarme a aquella casa en medio de la nada.
Este día me lo pasé pintando y arreglando desperfectos de la casa, que no eran pocos.
Llegó la noche y con ella la casa se sumió en una oscuridad impenetrable. Solo había luz en el salón, supongo que en los próximos días llamaría a algún electricista.
Eran las once y media y no podía coinciliar el sueño, de repente escuché como unos gemidos en la parte baja de la casa.
Al principio me asusté, pero reuní fuerzas y me aventuré con una vela hacía la parte baja de la casa.
A medida que bajaba los gemidos aumentaban, me empezaba a arrepentir de haber sido tan valiente.
Llegué al salón, una oscuridad inexorable me recibió.

Los gemidos aumentaban cada vez más, me dirigí al sótano para ver de donde venían aquellos gemidos.  
El sótano se encontraba debajo del salón, en una puerta de color ocre.
Me aventuré a abrirla, bajé las escaleras con cuidado, ya que no había luz, la vela tampoco ayudaba mucho.
A medida que bajaba los gemidos se convertían como en sollozos.
Terminé de bajar la escalera y llegué al sótano.
Los gemidos procedían del fondo, cuando llegué me encontré con una bola de pelo negra en un rincón de la estancia.
Me dirigí para ver que era aquello.
Era un pequeño cachorro con signos de desnutrición y pelaje en mal estado.

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